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¿Debería consumir lácteos? Sí, pero…
A menos que alguien no tolere bien los lácteos, si tuviera que hacer una generalización diría que a quien le siente bien la mayoría de personas estarán más sanas comiendo lácteos.
O más bien dicho, ciertos lácteos que ahora comentaremos.
¿Por qué?
Pues porque los lácteos (que sean de alta calidad) tiene un contenido de vitaminas (algunas específicas) importantísimas que escasean en el 99% de la población occidental.
En un contexto de la dieta estándar, los lácteos terminan siendo para muchos la única fuente de vitaminas A y K2 en sus formas más biodisponibles.
No hay ninguna fuente abundante de estos micronutrientes (en la dieta del ciudadano medio) fuera de la accesibilidad de los lácteos.
Otro tema a tener en cuenta es que los lácteos son fácilmente accesible, en el sentido de que:
Todos los supermercados los venden (incluso algunos de calidad que ahora comentaremos)
Son accesibles económicamente.
Y desde un punto de vista de agricultura es más rentable para los ganaderos alimentar a un animal y usar su leche en comparación a sacrificarlo para crear un bistec.
¿Sólo los lácteos tienen estas vitaminas?
También tenemos que considerar la palatibilidad de los lácteos.
Realmente los disfrutamos.
Mientras que puedo hablaros de lo mucho que me encanta el tuétano dentro de los huesos, la gente no está acostumbrada y todos estos lácteos acostumbran a ser mucho más sabrosos y accesibles también psicológicamente hablando.
Lo cuál (irónicamente) puede convertirse en un punto muy negativo en contra de comer lácteos, pero ya llegaremos a esto.
Es interesante que sea un tipo de comida que se victimiza mucho menos que la carne y grasa animal, a pesar de que sea virtualmente lo mismo a nivel de grasas saturadas y también de vitaminas.
Bueno, no lo mismo, pero se parecen.
Los lácteos tienen más vitamina A y K2 que los trozos de carne más magra, que es la comida a la que se acostumbra a centrar la gente.
No es casualidad que la mayoría de la población sea deficiente en estas vitaminas, que son tan esenciales.
Incluso en el contexto de alguien que sigue una dieta cetogénica, o paleo, o carnívora, también son personas que acostumbran a obtener esas vitaminas de los lácteos porque poca gente hay comiendo órganos de forma regular.
Porque incluso aquellos que creen que consumen una dieta ancestral, en el fondo la cantidad de gente que consume suficiente fuentes de animales de pasto son una minucia.
Todo el mundo tiene deficiencias de la vitamina K2, y el hígado está siendo un poco más popular hoy en día pero en comparación, no tanto como debería.
Los lácteos no te sientan bien (pero no lo sabes)
Ahora bien, en los inconvenientes de consumir lácteos no son moco de pavo, porque tenemos que hablar de factores de inflamación (#3).
Quien tenga una intolerancia a la caseína y/o la lactosa, está claro que consumirla queda fuera del rango de posibilidades, porque bajo mi opinión nos hará más daño cualquier factor multiplicador de la inflamación, que los micronutrientes que esa misma fuente nos pudiera aportar.
Es como beber una poción que te hace ser superman pero la misma poción tiene como efecto secundario una dosis de Kryptonita… de poco te servirá.
Lo digo porque muchas veces la gente tiene factores inflamatorios que no son visibles, haciendo que los lácteos no le sientan bien (o no del todo) y lo ignoran y siguen comiendo lácteos.
Me refiero a que no hace falta que te salga acné para concluir que no deberías tomar lácteos.
De todas formas ahora tenemos la leche A2, que es un tipo de leche que sólo contiene la proteína beta-caseína A2 (la convencional tiene tanto A2 como A1).
Puede ser un buen experimento porque algunas personas digieren sin problemas lácteos A2 pero los convencionales les causan todo tipo de problemas, y teniendo en cuenta que la mayoría les faltan muchas vitaminas que sí hay en este tipo de leche, puede ser un buen hackeo para biopotenciar tu cuerpo, ahora bien…
Los lácteos contienen un secreto oscuro
Otro inconveniente de los lácteos que incialmente he mencionado como algo positivo, porque es una arma de doble filo es… la palatibilidad.
Personalmente puedo quedarme super bien con mi carne y mi grasa, pero si me pones de pronto un bol de nata, o yogur, sin duda puedo engullirlo por muy lleno que estuviera inicialmente.
Me sucede lo mismo con 1kg de queso.
Súper fácil de comerlo en cualquier circunstancia y hacerlo más de la cuenta, y tiene todo el sentido si tenemos en cuenta cuál es el motivo por el que la naturaleza lo creó en primera instancia.
Para que el animalejo quiera comer y comer y comer y crezca un porrón de quilos en pocas semanas.
Podríamos poner por orden de menos a más los lácteos que son más fáciles de comer:
Mantequilla
Nata
Queso
Cuanto más comamos, más y más se incrementa la palatibilidad.
Estando la mantequilla en el culo de la lista porque es puramente grasa teniendo ese toque de hierba, pero claro, la nata tiene un poquito más de contenido de azúcares, haciendo que sea más fácil de tragar, teniendo también más sabor a leche. Lo que hace que la gente lo disfrute mucho.
Y entonces el queso, porque las comidas fermentadas tienden a tener sabor umami.
Pero el sabor fermentado que se desarrolla en los quesos, especialmente los buenos (que dejan fermentar más), añade más complejidad de sabor, haciendo que podamos comer de forma indefinida.
Probad de tener varios quilos de queso, empezar a comer y a ver a cuantos quilos podéis parar. Ya os digo que no será fácil parar. El cuerpo no recibe señales de que tienes suficiente.
Algo que sucede con todos los lácteos por lo que os decía: fue creado para que las crías los consuman sin parar.
No hasta que las crías no puedan más, sino hasta que la madre no pueda más.
Es un experimento fácil de hacer porque por suerte para nosotros, podéis encontrar quesos de muy alta calidad en los supermercados, porque gracias al ser productos fermentados que se pueden mantener en estanterías mucho más tiempo, subirles el precio, y tenerlos ahí hasta que alguien los compra, hace que sea más accesible para nosotros.
No a nivel económico, pero a nivel obtener buena calidad de fermentados.
No deberías comer hasta estar lleno
Sea cuál sea el tipo de dieta que sigas (cetogénica, paleo, zero carb que sería carnívora, vegana, o la que sea), una de las cosas que se acostumbra a repetir es “come hasta estar lleno”, lo que puede provocar problemas porque bueno…
En un contexto ancestral tendía sentido, pero un contexto moderno donde hackeamos la palatibilidad de los alimentos para que podamos, eso, comer mucho más (y por lo tanto gastar más dinero en nuestra comida), puede convertirse en un problema grande.
Alguien que consume 500 gramos de bistec y 6 huevos podrá comer más que alguien que sólo está comiendo los 500 gramos de bistec, porque sólo con esta variación ya hay un hackeo de la palatibilidad.
Estos son los lácteos más sanos
Si hacemos una lista, un ranking de lácteos en base a su densidad nutricional nos quedaría:
Primero, lácteos crudos de pasto de fuentes locales. Que estaría a la par con el tuétano (médula del hueso) y carne del animal de las mismas fuentes.
Después tendríamos lácteos de pasto del supermercado o pasto pero de un pasto de mala calidad.
Todo lo que se venda en cadenas masivas que tenga una buena etiqueta bien grande que dice que ha sido alimentado con pasto, porque eso no es regenerativo.
Al final de la lista lógicamente ya tenemos los lácteos comerciales que si no os gusta el sabor es precisamente por esto, porque no es natural.
Lo que quiero hacer ver es que los lácteos crudos de pasto son increíblemente buenos para nosotros (si podemos tolerarlos) desde una perspectiva puramente nutricional.
Algo a considerar si alguien no tiene buen acceso a grasas de pasto crudas o también otras fuentes animales de calidad para la vitamina K2.
Mantequilla de esta Kerrygold de Irlanda que encontrarás en España mismo, da mucho que desear. Especialmente que ya fueron denunciados por no ser de pasto y lo que decían en la etiqueta.
Una empresa masiva de comida mintiendo… “que extraño”.
La mentira del calcio en los lácteos
La mayoría de, ya no sólo lácteos, sino productos animales tienen cierta cantidad de calcio, pero la verdad es que es una cantidad, que había sido el punto para vendernos los lácteos es totalmente irrelevante.
¿Por qué? Pues porque no necesitamos ni una cuarta parte de lo anunciado por las instituciones públicas para tener huesos sanos.
.Hay bastante confusión y equivocaciones en entender el calcio en este sentido.
Me refiero al calcio en sangre VS el calcio de los huesos.
Porque cuando te haces un análisis de sangre sólo están mirando el calcio en la sangre, obvio. Que no es necesariamente indicativo de nada relevante.
¿Y si estás dejando ir montones de calcio por tu sangre? ¿Y si se te está yendo de los huesos?
Lo que en realidad causa que el calcio se absorba en nuestros huesos es una hormona.
La hormona calcidiol o calcifediol (se le llama de distintas maneras).
Algo que activamos con la vitamina D3 (del sol o algunas comidas grasas) que requiere de las vitaminas A y K3 para que se metabolicen.
Que casualidad, ¿no? Las vitaminas que nos dan los lácteos.
No exclusivamente los lácteos, pero sí en abundancia. Especialmente considerando que la mayoría de personas son deficientes en estas vitaminas.
Por esto quiero alegar que es más importante que consumamos estas vitaminas liposolibles (K2, A), que no calcio.
Lo de recomendar 1gr de calcio al día por las instituciones es una aberración, y sólo sirve para enmascarar temporalmente la deficiencia de estas otras vitaminas sinergísticas que necesitamos.